El día después de que Brenden nació, en julio de 2018, el personal de enfermería notó que había algo malo mientras lo bañaban. Al bebé le costaba respirar. Después de varias pruebas, descubrieron que Brenden había nacido con una VSD (comunicación interventricular), una perforación que se forma en la pared entre las cámaras inferiores del corazón.
Los padres de Brenden, Jacqueline y Michael, fueron referidos al Nicklaus Children’s Hospital. Viajaron desde su hogar en Naples, Florida, a Miami a entrevistarse con la Dra. Kristine Guleserian, cardiocirujana de afecciones congénitas del Instituto del Corazón del Nicklaus Children’s Hospital, para analizar y prepararse para el recorrido de la cirugía a corazón abierto y las pruebas para el pequeño.
La cirugía para reparar la VSD se programó para febrero de 2019. Jacqueline recuerda que estaba destrozada la mañana de la cirugía. “La Dra. Guleserian se enteró de que yo estaba pasando un momento difícil y vino a verme en el área de espera para familiares. Se tomó el tiempo de sentarse conmigo y consolarme y recordarme que iba a cuidar a mi hijo y que era normal sentir miedo y nervios”, cuenta Jacqueline. “Su nivel de compasión y empatía fue impactante. Me hizo dar cuenta de que no solo le importaba reparar el corazón de mi hijo, porque es su trabajo, sino que también le importábamos nosotros y nuestros sentimientos con respecto a la cirugía”.
Después de la cirugía, la Dra. Guleserian se reunió con la familia y explicó lo que había hecho para reparar la perforación en el corazón de Brenden. También les dijo a los padres de Brenden que no preveía ninguna complicación para el futuro.
“La Dra. Guleserian no solo es una cirujana cardiovascular increíble, también es una persona increíble. Nos hizo sentir muy cómodos y sentimos que se interesó mucho por el bienestar de Brenden”, comenta Jacqueline. “El personal de Nicklaus Children’s fue la guinda del pastel. Todos fueron extremadamente atentos y minuciosos al cuidar a Brenden... No nos alcanzan las palabras de admiración para cada una de las personas con la que tuvimos contacto en ese hospital”.
Brenden tardó entre tres y cinco semanas en recuperarse y, pronto, tuvo más energía para comer y jugar. Hace poco celebró su primer cumpleaños y ha superado todas las metas. Hoy es un niñito vibrante, sano y determinado que adora a los animales y jugar afuera.
“Tener un hijo enfermo es más difícil de lo que se puedan imaginar, pero si a tu hijo lo tratan en Nicklaus Children’s, puedes tener la certeza de que está en las mejores manos posibles”, dice Jacqueline. “Tienen un personal muy entregado a su tarea, con un corazón enorme, que no solo es capaz de ayudar a tu hijo sino que te ayuda a ti a atravesar uno de los momentos más duros de la vida”.